jueves, 6 de noviembre de 2025

Hacia una nueva gobernanza portuaria del Callao

 Hacia una nueva gobernanza portuaria del Callao , Octavio Doerr .

 

El Puerto del Callao, principal plataforma logística y portuaria del Perú, enfrenta una crisis estructural de congestión y fragmentación institucional que limita su eficiencia y competitividad. Más allá de los problemas inmediatos de acceso y saturación, lo que se observa es una debilidad de gobernanza que impide coordinar las acciones entre las distintas entidades públicas y privadas que intervienen en su operación.

El primer paso debe ser la creación de una nueva figura de gobernanza: la Autoridad de Coordinación Logístico-Portuaria del Callao. Este organismo tendría carácter mixto y estaría conformado por representantes permanentes de la APN, MTC, SUNAT, OSITRAN, PNP, el Gobierno Regional del Callao y los principales gremios empresariales y operadores privados. Su función sería actuar como un espacio ejecutivo de coordinación de decisiones sobre accesos, sistemas de citas, fiscalizaciones, controles, infraestructura complementaria y seguridad portuaria. Contaría con una secretaría técnica responsable de convocatorias y seguimiento, y con un tablero digital de gestión pública para dar transparencia y trazabilidad a los acuerdos.

Paralelamente, la APN debería redefinir su rol, evolucionando desde una entidad principalmente reguladora hacia una agencia de articulación logística y portuaria. Para ello, podría crear una División de Gobernanza Logístico-Portuariaque supervise la integración de los sistemas de citas, los indicadores de desempeño y los planes de contingencia interterminal. Asimismo, debería asumir un papel activo en la gestión y planificación de los antepuertos y zonas logísticas del Callao, en coordinación con el MTC y los gobiernos locales. Este rediseño institucional debe complementarse con la instauración de una Mesa Permanente Público-Privada del Callao, que sustituya la actual dinámica fragmentada de reuniones ad hoc y funcione como un foro estable de diálogo técnico, con compromisos verificables y una agenda de trabajo clara.

En el ámbito físico, se plantea avanzar hacia un modelo de antepuerto modular, concebido como una infraestructura escalable y operada mediante asociación público-privada. Su localización podría definirse dentro o en las cercanías de Ventanilla, conectada directamente con los terminales mediante un corredor seguro logístico. Este espacio incluiría zonas de espera, áreas de inspección y control GPS, oficinas de aduana y servicios auxiliares. Su financiamiento podría lograrse a través de mecanismos de Obras por Impuestos o fideicomisos interterminales entre APM, DPW y APN. El corredor seguro, por su parte, debe evolucionar hacia un trazado logístico exclusivo que conecte el antepuerto con los muelles, equipado con cámaras, sensores y puntos de control inteligentes, integrados a la futura plataforma digital del sistema portuario.

Sin embargo, uno de los principales vacíos identificados por actores locales es la falta de liderazgo en el Callao sobre un plan priorizado de inversiones en infraestructura vial y logística, lo que ha derivado en una acción dispersa y de bajo impacto. Este déficit de conducción estratégica se agrava por la ausencia de articulación con la ciudad de Lima, de la cual el Callao depende completamente para el ingreso y salida de su carga terrestre. La integración de Lima y Callao dentro de un plan conjunto y complementario de movilidad logística resulta esencial para superar la actual fragmentación metropolitana. En ese sentido, algunos especialistas y gremios vienen planteando la posibilidad de replicar el modelo iniciado con el puerto de Chancay, donde la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) evalúa la creación de una Autoridad Autónoma de Chancay encargada de coordinar y ejecutar las inversiones de infraestructura. Una alternativa similar podría estudiarse para el Callao, ya sea bajo una figura autónoma o en el marco de la propuesta de Autoridad de Coordinación Logístico-Portuaria, con capacidad ejecutiva y presupuestal para priorizar proyectos críticos de conectividad vial y portuaria.

La digitalización es otro componente esencial de la transformación del Callao. Se propone la creación de una Plataforma Digital Integrada del Callao, que actúe como un verdadero Port Community System interoperable, donde confluyan los sistemas de citas de los terminales, las bases de datos de SUNAT y los módulos de supervisión de OSITRAN. Esta herramienta permitiría monitorear en tiempo real el movimiento de contenedores, camiones y cargas, facilitando la trazabilidad y la coordinación entre los distintos actores. A su vez, debería incluir un tablero público de desempeño logístico con indicadores de tiempos de espera, rotación de flota, uso de citas, eficiencia de escáneres y desempeño aduanero, generando transparencia y fomentando la rendición de cuentas.

En materia de sostenibilidad y seguridad, la nueva gobernanza debe incorporar la dimensión ambiental y energética del puerto. Se recomienda implementar una Estrategia de Transición Energética Portuaria del Callao, orientada a promover el uso de combustibles más limpios, vehículos eléctricos o híbridos y prácticas operativas sostenibles, bajo incentivos tributarios o tarifarios específicos. A ello se suma la necesidad de redefinir las competencias de la Policía Portuaria mediante un convenio marco entre el Ministerio del Interior y la APN, que permita formalizar su rol dentro del recinto, clarificar ámbitos de actuación y coordinar acciones mediante tecnologías compartidas de vigilancia y control.

En el corto plazo, se podrían adoptar medidas de transición que preparen el terreno para la implementación de estas reformas estructurales. Entre ellas destacan la reactivación formal y continua de la Mesa Técnica del MINCETUR, la elaboración de una Hoja de Ruta de Gobernanza Portuaria 2026–2030, la realización de pilotos de interoperabilidad digital entre terminales y aduanas, la actualización de los planes de contingencia ante fallas del sistema de citas y la introducción de incentivos tarifarios para operaciones fuera de las horas pico.

En síntesis, la congestión del Callao no se resolverá solo con más infraestructura, sino con una transformación en la forma en que se gobierna y coordina el sistema portuario. Es necesario pasar de un modelo fragmentado a uno integrado, en el que las instituciones públicas y los operadores privados compartan información, responsabilidades y metas comunes. La creación de una autoridad de coordinación logística, el desarrollo de un antepuerto modular, la digitalización integral de procesos, la integración metropolitana Lima–Callao y la definición de una agenda de sostenibilidad portuaria son los pilares de este nuevo enfoque. Solo una gobernanza basada en cooperación, liderazgo, tecnología y planificación permitirá que el Callao recupere la fluidez, seguridad y competitividad que requiere para sostener el crecimiento del comercio exterior peruano en la próxima década.

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